sábado, 11 de julio de 2009

Principios establecidos por Dios en su Palabra para encontrar su voluntad

SEGUNDA PARTE

Los pasajes de la Escritura que revelan la voluntad de Dios se pueden agrupar en dos categorías: los mandamientos que todos debemos obedecer y los principios para conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas. Además de los 10 mandamientos que usted y yo ya conocemos y que sabemos debemos de obedecer, Dios ha escrito en su Palabra algunos principios que se pueden identificar específicamente como la voluntad de Dios.

Recordemos que Jesucristo resumió los 10 mandamientos en dos grandes mandamientos:
MATEO 22
22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Vamos a estudiar al menos seis de esos principios que considero nos pueden enseñar a conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Principio No. 1
Dios quiere que usted y yo seamos salvos.

2 Pedro 3:8-9: 8Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

15Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;

Pedro en este capítulo exhorta a la iglesia a que tenga el entendimiento limpio y no contaminado de los burladores que andarán diciendo “¿en donde está la promesa de la venida del Señor, que ustedes proclaman?”
Pero Dios Padre quiere que usted no ignore que para él un día es como mil años y mil años es como un día, y que el Señor solo es paciente y retarda su promesa sobre la segunda venida de Jesús, no queriendo que nadie se pierda sino que todos vengan a arrepentimiento.

¡ Porque Dios no quiere que ninguno perezca !
¡ Dios quiere que todos seamos salvos !

El texto es un testimonio claro de la voluntad salvífica universal de Dios. Es para todo el mundo, pero no es una voluntad absoluta (sino todos se salvarían sin tener que hacer algo); sino que está condicionada por la respuesta de fe que el hombre debe aportar.
“El que cree se salva, el que no cree se condena” (Juan 3: 16-21)

El plan de Dios para la humanidad comienza con la salvación mediante el creer en Jesucristo como el Hijo de Dios, que murió para el perdón del pecado del mundo, que fue sepultado y que al tercer día le resucitó de entre los muertos y que actualmente tiene más de 2000 años de estar a la diestra de Dios.

El primer requisito para conocer la voluntad de Dios es ser salvo. Si usted no ha sido salvo a través del nuevo nacimiento mediante la fe en el Hijo de Dios, en Jesucristo, y su obra consumada en la cruz, entonces es inútil tratar de conocer la voluntad de Dios.

Es imprescindible que usted realice este primer paso antes de continuar en su búsqueda de la voluntad de Dios para su vida. Esté muy atento de lo que el Señor quiere decirle por medio de este estudio, pero no se olvide de este primer requisito: la voluntad de Dios es que usted sea salvo a través de Jesús. Ríndase a Jesucristo y usted va a poder comenzar a conocer la voluntad del Padre para su vida.

Dios tiene un propósito para tu vida, pero ese propósito comienza con la salvación. Por eso es que muchas personas pasan por la vida y van de aquí para allá, y ser enredan en los afanes de este mundo y se la pasan preguntándose: “¿para que vivo? ¿Qué es lo que he venido a hacer a este mundo?” y no encuentran la respuesta, porque la respuesta comienza con la salvación, comienza con ese acto de arrepentimiento y de fe delante del Señor. Ahí comienza todo; pero el problema es que no todos están dispuestos a tomar esta decisión.

Recordemos lo que dijo Jesús en el libro de Mateo:
“13Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

El plan de Dios para tu vida comienza con la salvación en Cristo Jesús; pero esto es una decisión personal que solo tú puedes hacer. Nadie más puede hacerla por otro. Y si de verdad queremos empezar a conocer la voluntad de Dios para nuestra vida, entonces debemos de empezar en orden, como Dios lo pide, y es con la salvación. Este es el primer requisito.

1 comentario:

  1. Dios le Bendiga amado en Cristo Jesús, Javier Solis.

    Adelante en la Obra de nuestro Santo, Justo y Buen Dios.

    Muy buenos escritos en este Bendecido blog.

    Cordialmente desde Guatemala, C. A.

    José Rivera

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