lunes, 3 de agosto de 2009

Principios establecidos por Dios en su Palabra para encontrar su voluntad

QUINTA PARTE

Principio No. 4
Dios quiere que vivamos una vida santificada

1 Tesalonisenses 4:3-6 nos enseña sobre esto: “3pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 7Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 8Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.”

En esto hay mucha tela que cortar, pero voy a comenzar haciendo una reflexión a través de una anécdota, mucha atención: “un hombre vino a un pastor por consejería y le dijo: soy un hombre cristiano, lleno del Espíritu Santo, asisto a una iglesia llena del espíritu y estoy tratando de decidir si Dios quiere que me divorcie de mi esposa para casarme con la mujer con la que estoy viviendo actualmente.
El pastor sorprendido le dice: un momento, vamos a dejar claro algo, usted, primero que todo no está lleno con el Espíritu Santo!!”

Cuando no vivimos una vida santa estamos completamente fuera de la voluntad de Dios. La santidad no es un tipo de vida para personas especiales o superdotadas, es para los creyentes y es la voluntad de Dios que vivamos en santidad. Cualquier cosa que usted haga dentro de la iglesia, sin santidad, es vano.

Y esta vida de santidad tiene tres características:

1. Abstenerse de la inmoralidad sexual: muy cerca de la autoconservación, el sexo es la fuerza más poderosa de la vida. Debemos controlar nuestra sexualidad, nuestra conducta sexual, no que ella nos controle a nosotros. La tentación sexual llega a ser el problema número uno en cuanto a vivir la vida cristiana. ¿De que se tratan los escándalos dentro del reino de Dios??? La mayoría son por conducta sexual inapropiada. Es por eso que Pablo, en su lista de 18 pecados a los que hace referencia en el libro de Gálatas, en el cap. 5: 19-21, enumera en primer lugar cuatro pecados sexuales…es que son los primeros!!!!

Hoy en día nuestra cultura humanista está saturada de inmoralidad sexual: la publicidad, las clase de educación sexual sin valores de ningún tipo, las campañas sobre “sexo seguro”, el acceso a la pornografía en Internet, las películas explícitas, las conductas de los niños y adolescentes en nuestro sistema educativo. Nuestros niños están inmersos en un mundo lleno de pecado.

Si hemos cometido errores y nos hemos equivocado con nuestras actitudes hacia al sexo. Si hemos caminado en contra de la voluntad de Dios en esta área, hoy es un muy buen día para que nos arrepintamos y le pidamos perdón a Dios y El nos va a ayudar de aquí en adelante, ¡¡¡hoy es el día!!!

Cometimos errores porque en algunos casos éramos ignorantes de la palabra de Dios y de su voluntad; y por otro lado, aún conociéndola hemos caído y hemos tomado decisiones equivocadas; pero recuerda lo que nos enseña Pedro: Dios es paciente, no es que se ha olvidado, (a Dios no se le olvida nada) es paciente y espera a que todos vengamos a arrepentimiento y que todos recibamos la salvación. Dios quiere que usted sea salvo, esa es su voluntad para con usted. ¡¡¡Hoy es tu día!!!

La voluntad para con el sexo es que éste sea bueno y sano, pero dentro del matrimonio, no lo digo yo, lo dice la Palabra y esta es la voluntad de Dios para nuestras vidas. Orémosle a Dios y El nos dará las fuerzas, la fortaleza y la paciencia para esperar en el y no cometer errores en cuanto a decisiones de tipo sexual.

2. Mantenga su cuerpo en santificación y honor: Dios quiere nuestro cuerpo en santificación y honor, no en pasiones desenfrenadas como los gentiles. Dios reclama nuestros cuerpos en santificación. Somos templo del Espíritu Santo de Dios. No somos cualquier cosa. ¡¡¡Somos templo del Espíritu Santo de Dios!!!

No contristemos al espíritu con nuestras actitudes, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras. No lo contristemos con inmoralidad sexual, con lascivias, ni con pasiones carnales. Llenemos nuestra mente con la Palabra de Dios y ésta se encargará de transformar nuestros pensamientos y de sanar nuestro corazón.

Dios quiere usarnos en el reino. A usted y a mí. Pero para esto requiere que estemos limpios. Si usted va a llenar un vaso para tomar agua, cómo lo escoge: sucio o limpio??
¿Verdad que limpio? Y entre más limpio mejor…más puro y de más provecho lo que nos tomamos. ¿Verdad?? Así quiere Dios sus vasos. El busca vasos limpios en donde derramar de su Espíritu Santo y llenarlos hasta saturarlos, para que de estos vasos se puedan llenar otros.
La presencia del espíritu santo en usted en forma poderosa hace que otros se sientan atraídos y cuando vienen, esa unción los va a tocar y se van a impregnar de la unción y eso los va a conducir al Señor, a la salvación de Dios.

Pero hay que estar limpios. No puede haber inmundicias en nuestra mente o corazón. Si las hay somos vasos sucios y el Señor no nos va a usar entonces, porque El busca vasos limpios.

3. Sea honesto con los demás: no nos aprovechemos de los demás. No andemos con chismes sobre otras personas. No saquemos ventaja de una condición “x” de una persona en nuestro provecho. Nosotros, los hijos de Dios debemos de ser diferentes.

Dios exige que digamos siempre la verdad, no existen las mentiras piadosas, ni las medias verdades, hay mentiras y hay verdades. Dios quiere que actuemos siempre en la verdad.
Dios quiere que me interese por los demás. Si vemos a alguien decaído, seamos para él un soporte y oremos juntos para que Dios tenga misericordia de esa persona. Lo que pasa es que muchas veces alguien llega buscando apoyo y rapidito nos apartamos porque nos da miedo que nos pida plata prestada. Nos interesa más nuestra plata que la condición de un hermano o hermana; o de un vecino o pariente inconverso.

Si usted no tiene dinero dígaselo pero ore con el para que el Señor supla conforme a la necesidad de esa persona. Ayúdele, esté con el o ella. Jesús dijo que lo que se requería es que hayan dos o más reunidos en su nombre y El estará ahí. Dos es lo mínimo. No lo dejemos solos. Y si usted tiene la plata, mi hermano, mi hermana, ayude, despójese, usted no sabe lo que le puede estar esperando en la esquina. Recuerde Dios está continuamente como un alfarero moldeándonos y estas cosas no le gustan al Señor.

Jesús dijo que en donde esta nuestro tesoro ahí está nuestro corazón. No deje que su tesoro sea el dinero. De esta forma usted le cierra las puertas a la bendición.
Y no estoy hablando de esa gente que siempre anda tratando de sacarle la plata a uno con cara de tristeza y un montón de mentiras; no, yo hablo de personas que usted y yo conocemos que realmente están pasando por una situación muy difícil y que requieren de nuestra ayuda. Eso es lo que quiere el Señor!!!!

No nos hagamos los desentendidos, preocupémonos por las personas que están cerca de nosotros.

Saben por que yo soy una persona muy desprendida, de acuerdo a mis posibilidades, claro está!! Porque yo he tenido temporadas malas, muy malas; pero Dios siempre tuvo gente cerca de mi para que me ayudaran y yo pudiera salir adelante y eso a mi no se me va a olvidar nunca. Por eso, cada vez que yo le puedo ayudar a alguien, con lo que sea, lo hago y disfruto haciéndolo, porque yo se que eso son tesoros que yo acumulo en el cielo y de eso se trata al final de cuentas.

Preocúpese por la gente…Dios quiere que usted lo haga, está dentro de su voluntad para nuestras vidas.


1 comentario:

  1. Hola Javier!
    Muchas gracias por tu comentario en mi blog. Realmente ha sido de mucha bendición.
    Que nuestro común Dios bendiga tu blog grandemente!

    ResponderEliminar