domingo, 30 de agosto de 2009

Principios establecidos por Dios en su Palabra para encontrar su voluntad

SEXTA PARTE

Principio No. 5
Dios quiere que obedezcamos a las autoridades, a los que están en eminencia

1 Pedro 2: 13-15: 13Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 14ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. 15Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos.”

Debemos someternos a quién está en autoridad, a los que dirigen los destinos del país, debemos de obedecer las leyes del Estado. Constantemente somos tentados a violar las leyes, pero si lo hacemos estamos en contra de la voluntad de Dios. Eso no significa que Dios esté de acuerdo y apruebe las leyes de todos los gobiernos; pero nosotros debemos ser modelos en obedecer las leyes del estado.

Yo no me imagino una persona que se dice ser “cristiana” sobornando a un oficial de tránsito que lo sorprendió violando la ley. Tampoco me parecería correcto que esta misma persona evada los impuestos en forma consciente y utilizando a un asesor en contabilidad o finanzas “cristiano” para que le ayude a hacerlo.

Debemos de orar por nuestros presidentes para que gobiernen con sabiduría, la sabiduría proveniente de Dios. No debemos ser como las personas del “mundo” que viven hablando mal y burlándose de las autoridades, y aún más si no son del partido político de su agrado. Si lo hacemos, primero estamos actuando como los del “mundo” en lugar de dar un buen testimonio para que ellos nos imiten y segundo estamos en contra de la voluntad de Dios.

Deberíamos ser los primeros en pagar los impuestos, deberíamos ser ejemplo conduciendo nuestros autos, deberíamos ser ejemplo en la cancelación de nuestras deudas y en respetar el derecho de los demás. ¿Le ha pasado, que conduciendo su auto se encuentra ante una situación que le desagrada y todo usted está listo para actuar como lo haría una persona que no es cristiana (maldiciendo, haciendo ademanes desagradables, actuando como un energúmeno) y de pronto ve en la misma escena a un hermano de la iglesia y lo peor es que él venía en la misma actitud..? ¡A mí sí..!! Y uno se da cuenta en ese instante, que aún el orgullo, la soberbia, y los malos pensamientos le dominan ante este tipo de situaciones. Pero si hacemos la voluntad de Dios y actuamos como verdaderos hijos suyos, entonces nuestro testimonio va a callar la ignorancia de los insensatos.

Si hay leyes que no nos gustan, tenemos el derecho de trabajar para cambiarlas. Las ciudades va a ser aun mejor cuando haya más líderes comunales, municipales y estatales cristianos, que caminen en la voluntad de Dios, personas temerosas de Dios, que caminen en la Palabra de Dios, que tengan la Palabra de Dios como lumbrera a su camino, que sean luz en las tinieblas; cuando eso ocurra las ciudades va a ser aún más impactadas por el poder del evangelio.

Y si hay situaciones legales que no nos gustan, entonces orémosle a Dios para que cambie las circunstancias. Pero si no lo hiciera, tengamos paz, que nuestra sumisión ante esa situación será usada como testimonio para otros.

El apóstol Pablo dice que la voluntad de Dios se cumple de corazón, no como agradando a los hombres, sino como agradando al Señor (Efesios 6: 6-7).

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