lunes, 22 de febrero de 2010

Dos pueblos italianos, al borde de ser sepultados por los corrimientos de tierra

Un desprendimiento amenaza un pueblo de Sicilia


  • Los habitantes de Maierato y San Fratello se han marchado ante el riesgo
  • Las lluvias de los últimos días provocan un alud de fango y piedras
"Habrá grandes terremotos, hambre y epidemias por todas partes, cosas espantosas y grandes señales del cielo." (Lucas 21:11)



Los corrimientos de tierra debidos a las lluvias incesantes que desde hace varios días caen sobre el sur de Italia amenazan con sepultar a dos pueblos, que han tenido que ser completamente evacuados.

A los habitantes de Maierato, un pueblo de la región sureña de Calabria, y de San Fratello, en Sicilia, sólo les queda esperar que la montaña se detenga y sus viviendas puedan salvarse del imparable alud de fango y piedras.

Este lunes cerca de unos doscientos ciudadanos de Maierato tuvieron que ser evacuados cuando se desmoronó parte de la montaña sobre la que se erige el pueblo y este martes, toda la población, cerca de 2.300 personas, fue obligada a dejar sus casas ante el inminente peligro.

El alcalde de Maierato, Sergio Rizzo, ha definido como "apocalíptico" lo que le ocurre al pueblo, mientras que sus paisanos buscan cobijo en los palacios de deporte y cuarteles que les han puesto a su disposición. La Cruz Roja italiana ha también organizado un hospital y una cocina de campo para asistir a los evacuados.

Al pie del monte

Completamente desierto desde el lunes está el pueblo siciliano de San Fratello, situado en las laderas del monte Nebrodi, que ha tenido desprendimientos, lo que ha producido que se hayan levantado las carreteras y destrozado las casas.

Allí las 4.500 personas que viven en la localidad siciliana de San Fratello han sido evacuadas al declararse el estado de emergencia ante la amenaza de deslizamientos de tierra, según ha adelantado la agencia italiana Ansa.

"Esto es un desastre de escala inimaginable", ha declarado Raffaele Lombardo, presidente de la región de Sicilia.

Los residentes han huido de la aldea después de las lluvias caídas en los últimos días en la región, que han abierto enormes fallas en docenas de hogares, escuelas e iglesias

"Estamos viendo a la ciudad desaparecer sin poder intervenir", se ha quejado el alcalde de la ciudad, Salvatore Sidoti Pinto, que ve cómo la aldea se convierte "en una ciudad fantasma".

El peligro del corrimiento de tierra también afecta a los pueblos más pequeños de Sant'Angelo di Brolo, Raccuja y Tusa, donde se han desalojado algunas viviendas.

El presidente de la Región de Sicilia, Raffaele Lombardo, ha anunciado se proclamará el estado de calamidad sobre toda la zona dominada por el monte Nebrodi.


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